Chiste divertido: Las jovencitas estaban nadando desnudas y pasándoselo en grande – pero el inteligente hombre mayor…

Érase una vez, en un pintoresco pueblo de Maine, un anciano que poseía una extensa finca, en medio de la cual había un sereno lago, perfecto para darse un chapuzón. El anciano lo había convertido en un lugar acogedor, equipado con mesas de picnic, canchas de billar y hermosos manzanos y cerezos en flor.

Una tarde, el anciano decidió bajar a este tranquilo refugio que hacía tiempo que no visitaba. Cogió una caja y pensó que podría recoger fruta fresca para desayunar.

Caminando por el sendero hacia el lago, el anciano empezó a oír una mezcla de risas y gritos de alegría. Evidentemente, no era tan tranquilo como esperaba. Cuando más se acercaba al lago, confirmaba sus sospechas: un grupo de jovencitas se bañaban desnudas en su lago, como Danny Zuko y Sandy en “Grease”.

Su presencia asustó a estas felices nadadoras, que vadearon hasta el extremo más alejado. Uno de ellos se armó de valor y gritó: “¡No saldremos de esta agua hasta que te vayas, viejo!”.

El viejo, fresco como una lechuga, respondió: “Señoras, no pretendo entrometerme en su fiesta veraniega ni hacerlas huir del lago…”. Levantando su caja, añade con descaro: “¡Sólo he venido a dar de comer al escurridizo monstruo del lago, Jerry!”.

Moraleja: Nunca subestimes la astucia de un anciano aparentemente inofensivo.

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