Un profesor de mediana edad

Un profesor de mediana edad recibe un golpe en la puerta de su despacho en el campus.

Tras tantear durante unos instantes, abre la puerta y se encuentra con un anciano que le saluda con una gran sonrisa y le dice

“¿Puedo pasar? Trabajé en esta misma sala hace treinta años, cuando era profesor en esta universidad”.

“¡Claro!”, responde el profesor. “¡Sea usted mi invitado!”

El anciano examinó la habitación, recordando todo con cariño.

Dijo: “La misma vieja habitación, la misma vieja mesa de madera, el ventilador y la misma vieja ventana que da al jardín.

Y el mismo viejo escritorio”.

Al examinarlo, se dio cuenta de que había una joven escondida bajo el escritorio.

El joven se alarmó y tartamudeó,

“No me confundas. Es mi hija.

Se le ha caído el pendiente y lo está buscando”.

“Y la misma historia de siempre…” Suspiró el anciano.

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