El pequeño Johnny se había herido en un dedo mientras trabajaba en su maqueta de avión.
Corrió hacia su madre, que le besó la herida y la curó.
De camino a la tienda, un poco más tarde,
Johnny se cayó de su bicicleta y se raspó la rodilla.
Corrió hacia su madre, que le dio un beso y le curó la herida.
Al volver de la tienda, Juanito se encontró con el matón del pueblo, que le dio una patada en los huevos.
Johnny corrió a casa.
Su madre le dijo: “¡Hijo, cada día te pareces más a tu padre!”.