El padre llevó a su hijo de 3 años de compras

Un padre y su hijo de 3 años paseaban por la tienda, pero de repente, el pequeño subió el volumen de sus lamentos.

El padre se quedó tan tranquilo como una lechuga, susurrando: “No te preocupes, Johnny, ya casi hemos terminado y volveremos a casa en un santiamén”.

Por fin llegaron a la caja registradora, pero los gritos del niño se hicieron aún más fuertes.

La cajera no pudo evitar elogiar la asombrosa paciencia del padre y le dijo: “¡Eres un padre fantástico, hablando con tanta calma a tu pequeño Johnny!”.

¡Uh-oh! El padre aclaró la confusión: “En realidad, me llamo Johnny. Ese pequeño bribón es George”.

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