Un rey y sus lacayos estaban vigilando un castillo durante una guerra.
Uno de los lacayos que custodiaba la puerta comienza a llamar…
“¡SEÑOR, VEMOS UN BATALLÓN EN LA DISTANCIA!”
El rey ordena a los hombres que se coloquen en posiciones defensivas, y luego se apresura a subir a la muralla, donde el lacayo señala la masa indistinta y distante de hombres.
“¿Qué crees? ¿Amigos o enemigos?”, pregunta el rey.
“Creo que son amigos, señor”, responde el lacayo.
“¿Ves algún estandarte para pensar eso?”, pregunta el rey.
“No, pero no estarían acurrucados si se odiaran”.