Un sacerdote, un médico y un ingeniero esperaban una mañana a un grupo de golfistas especialmente lento.
El ingeniero, bastante frustrado, dijo: “¡Esto es absurdo! Llevamos 15 minutos esperando aquí”.
El médico coincidió: “¡No sé, pero nunca he visto tanta incompetencia en el campo de golf!”.
El cura dijo: “Eh, ahí viene el jardinero. Vamos a hablar con él”.
“Oye George, ¿qué pasa con ese Grupo que va delante de nosotros? Son bastante lentos, ¿no?”
El jardinero respondió: “Oh, sí, es el grupo de bomberos ciegos. Perdieron la vista el año pasado cuando apagaron un incendio en el almacén químico local. Siempre les dejamos jugar gratis”.
Los tres se quedaron muy callados.
Entonces el pastor dijo: “Qué tristeza. Creo que rezaré por ellos esta noche”.
El médico añade: “Buena idea, lo consultaré con mi amigo el oftalmólogo. Quizá él pueda hacer algo”.
El ingeniero se encoge de hombros,
“¿Por qué no juegan por la noche?”