Un hombre entra en una taberna, se sienta en la barra y pide un martini doble con hielo.
Cuando se termina la bebida, mira en el bolsillo de su camisa y pide al camarero que le prepare otro martini doble.
Cuando se lo termina, vuelve a mirar en el bolsillo de la camisa y le pide al camarero que le traiga otro martini doble.
El camarero le dice: “Mira amigo, te traeré martinis toda la noche”.
“Pero tienes que decirme por qué sigues mirando dentro del bolsillo de tu camisa antes de pedir un recambio”.
El hombre responde: “Estoy mirando una foto de mi esposa”…
“Cuando ella empieza a verse bien, entonces sé que es hora de ir a casa”.