Un día, un niño de 5 años fue a visitar a su abuela.
Jugando con sus juguetes en el porche trasero mientras la abuela quitaba el polvo, miró y dijo,
“Abuela, ¿por qué no tienes novio ahora que el abuelo se fue al cielo?”.
La abuela respondió: “Cariño, mi televisor es mi novio. Puedo sentarme en el porche y verlo todo el día”.
“Los programas religiosos me hacen sentir bien y las comedias me hacen reír”.
“Soy feliz con él como mi novio”.
La abuela encendió el televisor y la recepción era terrible.
Empezó a ajustar los mandos, intentando que se enfocara.
Frustrada, empezó a golpear la parte trasera del televisor con la esperanza de arreglar el problema.
El niño oyó el timbre, así que se apresuró a abrir la puerta, y allí estaba el viejo amigo de su abuelo, ahora ministro de la abuela.
El ministro dijo: “Hola hijo, estoy aquí para los estudios bíblicos de tu abuela”.
“¿Está ella en casa?”
El niño respondió,
“Sí, pero está ocupada en este momento,”…
“¡Está en el porche trasero tirándose a su novio!”