Una señora llega a casa de su cita con el médico con una sonrisa de oreja a oreja.
Su marido le pregunta: “¿Por qué estás tan contenta?”.
La esposa responde: “El médico me ha dicho que para ser una mujer de cuarenta y cinco años, ¡tengo los pechos de una de dieciocho!”.
“¿Ah, sí?”, bromea su marido, “¿Qué ha dicho de tu culo de cuarenta y cinco años?”.
Contestó ella,
“Oh, no hemos hablado de ti en absoluto”.