Un médico y un abogado chocan en dos coches en una carretera comarcal.
El abogado, al ver que el médico estaba un poco conmocionado
le ayudó a salir del coche y le ofreció un trago de su petaca.
El médico aceptó y devolvió la petaca al abogado, que la cerró y la guardó.
“¿No va a tomarse un trago usted mismo?”, preguntó el médico.
“Claro, cuando se vaya la policía”, respondió el abogado.