Un viejo vaquero ciego entra por error en un bar de moteros.
Encuentra un taburete y pide un café.
Después de estar sentado un rato, le grita al camarero,
“Oye, ¿quieres oír un chiste de rubias?
El bar se queda inmediatamente en absoluto silencio.
Con una voz muy grave y ronca, la mujer que está a su lado dice
‘Antes de que cuentes ese chiste, Cowboy, creo que es justo, dado que eres ciego, que sepas cinco cosas:
El camarero es una chica rubia con un bate de béisbol.
El portero es una mujer rubia.
Yo soy una chica rubia de 1,80 metros de altura y 175 kilos con cinturón negro de karate.
La mujer que se sienta a mi lado es rubia y levantadora de pesas profesional.
La mujer a su derecha es rubia y luchadora profesional.
‘Ahora, piénselo seriamente, señor. ¿Aún quiere contar ese chiste?’
El viejo vaquero ciego piensa un segundo, sacude la cabeza y murmura,
‘No… no si voy a tener que explicarlo cinco veces’.